Celebración del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro

Celebración del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro

El Papa preside en la Plaza de San Pedro la celebración de este domingo, el último antes de Pascua. La conmemoración de la entrada festiva del Señor en Jerusalén precede a la misa cuyo pasaje evangélico narra la historia de su Pasión. Al final de la liturgia, permaneciendo en el parvis, Francisco recitó el Ángelus

Vatican News

En una abarrotada Plaza de San Pedro, unos 25.000 fieles, bajo un cielo en el que los rayos del sol se alternaban con las nubes, se abrió la celebración del Domingo de Ramos presidida por el Papa Francisco. Es la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén, de la que se lee el relato del evangelista Marcos, y que precede a la celebración de la Misa. El Papa bendice y asperge con agua bendita los ramos de olivo, símbolo de hoy, que los presentes sostienen en sus manos.A continuación, más de 400 portadores de palmas se dirigen en procesión desde el centro de la plaza hasta el vestíbulo. Los cardenales, obispos y sacerdotes concelebrantes ocupan sus puestos junto al altar.

“¡Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre David! ¡Hosana en las alturas!”

La Procesión de las Palmas

La Pasión de Cristo

El cambio de escena es radical: la liturgia de la Palabra de la celebración eucarística incluye la lectura cantada de la Pasión de Jesús tomada de nuevo del Evangelio según San Marcos. A través de las palabras del evangelista, los pasajes del sufrimiento de Cristo se reviven en toda su crudeza. La representación de la Pasión va seguida de un momento de silencio. Es un sufrimiento, el de Cristo, que contiene los dolores de todos los tiempos y de toda la humanidad, y la humanidad, con sus fragilidades, es presentada al Señor en la oración universal o de los fieles que concluye la Liturgia de la Palabra. Se reza por la Iglesia, para que “busque siempre la unidad, la reconciliación y la comunión”; por los gobernantes “llamados a cultivar la paz y el bien de los pueblos”; por todos los hombres y mujeres que sufren; por los cristianos perseguidos; por cada comunidad cristiana, para que “sea testigo de su propia fe, en la oración y en la caridad”.

Al final de la celebración, directamente desde el parvis de la Basílica, Francisco pronunció el Ángelus, antes de impartir su bendición y hacer un amplio recorrido en su Papamóvil para saludar a los fieles y peregrinos que le aclamaban en la plaza. Saludo del Papa a los fieles en la Plaza de San Pedro

Saludo del Papa a los fieles en la Plaza de San Pedro

de la persona

Francisco, al recibir esta mañana a los empleados de la Radio y Televisión Italiana, les recordó su doble aniversario: setenta años de televisión y cien de radio. Los medios de comunicación influyen en nuestras identidades para bien y para mal, les dijo, y ahí radica el sentido del servicio público que prestan. El Papa reflexionó sobre las palabras servicio y público.

Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano

El Papa Francisco recibió esta mañana a los empleados de la Radio y Televisión Italiana, les recordó su doble aniversario: setenta años de televisión y cien de radio. El trabajo de los medios de comunicación, es una respuesta a las necesidades de los ciudadanos, dijo el Pontífice, “respetando y promoviendo la dignidad de cada persona. Una contribución a la verdad y al bien común que adquiere implicaciones específicas en los ámbitos de la información, el entretenimiento, la cultura y la tecnología.

La comunicación como don a la comunidad: servicio público

Informar, señaló es buscar y promover la verdad, contrarrestando la difusión de las fake news y los “designios tortuosos de quienes pretenden influir ideológicamente en la opinión pública, mintiendo y desintegrando el tejido social”. Significa, dijo, evitar cualquier reducción engañosa, “la verdad es “sinfónica”, y se capta mejor escuchando las distintas voces, sin gritar siempre su propia idea. La verdad es una, es armoniosa, no puede ser dividida por el interés propio.”.

Servir al derecho de los ciudadanos a una información correcta, “transmitida sin prejuicios, sin sacar conclusiones precipitadas, sino tomándose el tiempo necesario para comprender y reflexionar y luchando contra la contaminación cognitiva, porque la información debe ser también “ecológica”, es decir, humana”. La verdad se propone, agregó. Además recordó a los presentes que “cultivar el diálogo exige escuchar. Muy a menudo vemos que escuchar es prepararme para dar la respuesta: no es escuchar de verdad, pensar en mi propia posición sin recibir la de los demás”, señaló..

Servicio público

“En esta época “rica en tecnología pero a veces pobre en humanidad, es importante promover la búsqueda de la belleza, iniciar dinámicas de solidaridad, salvaguardar la libertad, trabajar para que toda expresión artística ayude a cada persona a elevarse, a reflexionar, a conmoverse, a sonreír e incluso a llorar de emoción, a encontrar un sentido a la vida, una perspectiva de bien, un sentido que no sea el de rendirse ante lo peor”, afirmó el Papa hablando del servicio público.

En cuanto a la técnica y la tecnología, son muchas las cuestiones que nos interpelan. En particular, hoy “es necesario actuar preventivamente, proponiendo modelos de regulación ética para frenar las implicaciones nocivas y discriminatorias, socialmente injustas, de los sistemas de inteligencia artificial y oponerse a su utilización en la reducción del pluralismo, la polarización de la opinión pública o la construcción del pensamiento único” (Mensaje para la LVIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 24 de enero de 2024).

Al hablar de lo que significa la palabra público para los medios, Francisco dijo que en primer lugar subraya que este trabajo está relacionado con el bien común, de todos y no sólo de algunos.

“Implica también la vocación de ser un instrumento de crecimiento en el conocimiento, de hacer reflexionar y no alienar, de abrir nuevas miradas a la realidad y no alimentar burbujas de indiferencia autosuficiente, de educar a los jóvenes a soñar en grande, con mentes y ojos abiertos.  Implica también la vocación de ser un instrumento de crecimiento en el conocimiento, de hacer reflexionar y no alienar, de entrar en órbita, de abrir nuevos atisbos de realidad y no alimentar burbujas de indiferencia interesada, de educar a los jóvenes para que sueñen a lo grande, con la mente y los ojos abiertos. Esta palabra puede asustarnos: soñar. No perdamos nunca la capacidad de soñar, ¡pero soñemos a lo grande!”

El sistema mediático debe construir con su oferta

El Papa les recordó además que el sistema mediático, no debe perseguir la audiencia en detrimento del contenido, sino más bien, construir, a través de su oferta, una demanda generalizada de calidad. Y tiene un papel fundamental para tejer de nuevo “valores socialmente vitales como la ciudadanía y la participación”.

“Queridos hermanos y hermanas, la RAI entra cada día en tantos hogares italianos, prácticamente en todos, y es bonito pensar en su presencia no como un “escritorio de sabelotodo”, sino como un grupo de amigos que llaman a la puerta para sorprender, para ofrecer compañía, para compartir alegrías y penas, para promover la unidad y la reconciliación en la familia y en la sociedad, para escuchar y dialogar, para informar y también para escuchar, con respeto y humildad. Los animo a caminar por esta senda.”

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